El estrés y sus consecuencias fisiológicas

Cómo una respuesta natural se convierte en un desequilibrio crónico

El estrés es una de las grandes pandemias silenciosas de este siglo. Afecta al sistema nervioso vegetativo y, con ello, a múltiples procesos vitales. Cuando no se regula, su impacto se extiende al sistema hormonal, inmunitario, vascular y digestivo. Para tratarlo, es fundamental conocer cómo actúa sobre el organismo.

Trato cervicalgias, problemas craneales, desequilibrios hormonales, bruxismo e infinidad de problemas que, como factor predisponente, tienen al estrés detrás.

Actualmente, el estrés gobierna nuestro día a día, alterando el SNV. Cuando aparece un factor estresante, el hipotálamo estimula las suprarrenales (médula) y se genera adrenalina para dar energía, originando una vasodilatación, aumento de la frecuencia cardíaca y un estado de vigilancia provocado por la noradrenalina.

Si el factor estresante persiste, las suprarrenales (en esta ocasión la corteza) secretan cortisona para mantener constantes los niveles de glucosa en sangre y nutrir los tejidos. Si esta situación continúa, la función de estas hormonas pierde efectividad, acumulándose en el organismo.

El núcleo paraventricular del hipotálamo (NPVH) es el integrador final de la respuesta al estrés. Las neuronas del NPVH producen corticotropina (CRH), que estimula la producción hipofisaria de adenocorticotropina (ACTH), la cual, a su vez, activa la producción de cortisol por parte de las suprarrenales. Este exceso de cortisol inhibe su propia síntesis, bloqueando la liberación de ACTH y CRH.

El aumento de cortisol actúa como un agente corrosivo sobre el endotelio capilar, provocando una oxigenación deficitaria, incremento del colesterol y del pH. Además, reduce los niveles de interleuquinas IL1, IL6 y el factor de necrosis tumoral, disminuyendo la movilidad de los glóbulos blancos y alterando los simprotitos (material vivo coloide que actúa como segunda barrera defensiva).

Para abordar esta pandemia mundial en la que se ha convertido el estrés, aplico técnicas manuales especializadas que permiten equilibrar el sistema nervioso vegetativo. El objetivo es regular los dos pilares que lo sustentan: el sistema simpático y el parasimpático.